Hay ocasiones en que solo deseas salir corriendo,
dejar atrás todo lo que has construido hasta ahora y comenzar de nuevo. Deseas
olvidar cada sensación, cada dolor que has sufrido a lo largo de tu vida,
anhelas con todas tus fuerzas que nada te hubiera pasado a ti, no haber
cometido errores, vivir en esa burbuja o en ese mundo ideal en el que te
refugias cada vez que no quieres oír, que no quieres sentir, que con suerte
deseas respirar o al menos lo intentas… Llega un punto en el que te preguntas,
¿qué hago aquí?, ¿por qué ocurre esto? ¿Por qué a mí? ¿Qué hice mal? Un sinfín de
preguntas que intentan dar respuesta a circunstancias que muchas veces no
dependen de ti, te das cuenta que las cosas solo ocurren y a veces, ya sea por
acción divina, por ti o por lo que creas que controle la vida, que no puedes
dejar de sentir, solo porque lo deseas, que no puedes evitar el sufrimiento
solo con desearlo, debes actuar, tienes el poder de cambiar las cosas, pero
cada cambio requiere acciones y deseo, ambos unidos, de otra forma, seguirás en
la burbuja, seguirás en tu círculo y todo, por más que desees que sea diferente…
Seguirá igual.